miércoles, 30 de noviembre de 2011

Crónicas de un celular robado..

Comencé mi vida en una fábrica, donde mis inventores me construyeron a base de materiales tradicionales, como el plástico o el metal. Me ensamblaron siguiendo un modelo previamente diseñado. Luego de ser construido me crearon una inteligencia artificial, que algunos conocen como software, y una memoria (de la cual no me podría quejar) y me enviaron a ser vendido en diferentes lugares del mundo.
Al cabo de estar un mes encerrado en una caja, por fin fui comprado. Me sentía muy feliz con mi nueva dueña, una quinceañera argentina que me había obtenido como regalo de sus recién cumplidos 15 años.
Yo era su primer celular, y encontró en mi muchas funciones que le serian de mucha utilidad, como por ejemplo la agenda, donde anotaría todos los números de sus amigos; los juegos, que la distraerían en momentos de espera; o el reproductor de música, que es tan amado por cualquier joven.
Viví así, con ella, día y noche; durante el día la acompañaba al colegio y le reproducía su música favorita, cual dj en una fiesta. Utilizaba mi cámara cada vez que tenia oportunidad, aunque de cada 100 fotos, tal vez guardaba 1 o 2, pero en fin, así son las niñas...
De noche, era su posesión más preciada, el cual la ayudaba para contactarse con amigas que había perdido de vista, para llamar un remis para volver a casa, o incluso el simple hecho de decirle la hora…
Así viví con ella, durante lo que yo creo fue un año, o tal vez menos. Fue esa fresca mañana de primavera que me arrebataron de ella, bajo amenaza y con una vaga excusa de pobreza. Sé que soy solo un aparato, pero creo que secuestrarme no los ayudaría en nada, y solo haría sufrir a mi dueña...
Fui secuestrado por 3 hombres, que al escapar en moto conmigo abordo, pude ver a mi dueña llorando desconsoladamente, no sé si fue por la tensión del momento, por la impotencia, o por el hecho de haberme perdido... creo que fueron todas esas cosas juntas…
Estando a un par de cuadras de la escena del crimen, me quitaron la tapa y la batería y me arrancaron el chip, que con tanto esfuerzo había sido comprado y lo arrojaron al suelo, y luego me rearmaron.
Me sentí un poco mareado durante unos momentos y me desmaye, por lo de la batería. Me desperté en un lugar muy extraño, con paredes sin revoque y techo de chapa. Ahí había un grupo de jóvenes, entre ellos mis captores, que estaban hablando sobre lo fácil que fue conseguirme y que no se lamentaban de nada, ya que la niña, por su ropa, parecía de la clase alta y podría conseguir otro.
Sentí rabia, tenía ganas de explotar y llevarme conmigo la inútil vida de esos malvivientes. Pero al cabo de unos instantes, empecé a sentirme enfermo, sin energía... ya me habían explicado esto mis inventores, me dijeron que era para que no me puedieran utilizar, en casos como éste. Estaba a punto de ser bloqueado, o lo que es lo mismo, morir. Sentí tristeza al saber que mi vida había terminado, con tan solo un año de vida; pero también me sentí aliviado, al saber que estas personas no obtendrían nada de mí.